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lunes, 28 de diciembre de 2015

AL ESTE DEL OESTE

(Al este del oeste, 1984)

Director: Mariano Ozores
Guión: Mariano Ozores
Intérpretes:
- Fernando Esteso: Bill Pistolas de oro
- Antonio Ozores: Polonio Horacio Platón
- Conrado San Martín: alcalde
- Adriana Vega: Margaret Rose
- Fernando Sancho: Chapulín

Música: Gregorio García Segura
Productora: Ízaro Films
País: España



Por: Güido Maltese. Nota: 10

Bill: Algún día, yo volveré... y ese día, tú morirás! No lo olvides, gringo!

He elegido este gran western para la reseña que cierra el año 2017. Y lo he elegido por una sencilla razón: la de rematar las reseñas ya publicadas con uno de los mejores filmes de la extensa y magistral carrera cinematográfica del genial director Mariano Ozores.


La historia nos narra un episodio de la apasionante vida del famoso pistolero Bill “Golden Guns”....en concreto, su periodo en la ciudad fronteriza de Torrejón de la Calzada en el año 1867, poco después de la Guerra de Secesión. Torrejón de la Calzada llevaba años bajo el dominio del sanguinario forajido Chapulín y su horda de asesinos despiadados, pero una llamada de socorro de Margaret Rose, antigua novia de Bill, fue decisiva para la llegada del temible pistolero y el terrible desenlace final.


Partiendo de la novela homónima de Alan Le May (que ya nos deleitase con su novela “Centauros del Desierto”), Ozores se encarga también del guión, dotándole de una fuerza y unas expectativas que ni el mismísimo Frank S. Nugent consiguió en sus colaboraciones con John Ford.










Aunque en un principio, y para interpretar a Bill, la productora sondeó a Henry Fonda, John Wayne y Kirk Douglas, Ozores tenía claro que necesitaba algo más: él quería la mirada de Fonda, la imponente presencia de Wayne y la pasión de Douglas pero todas ellas en un mismo actor....el protagonista no podía ser otro que el gran Fernando Esteso, en aquella época ya muy encumbrado por sus impresionantes interpretaciones en “Los Bingueros” (1979) y la premiada y nunca superada “Yo hice a Roque III” (1980).




Los papeles secundarios recayeron en Antonio Ozores, otro monstruo de la interpretación dramática el cuál, desplegando todo su repertorio, consigue regalarnos un personaje muy por encima del Stumpy de Walter Brennan en la menor “Río Bravo” de H. Hawks. Adriana Vega, gran actriz del método (estuvo años en el Actor´s Studio bajo el mecenazgo de Lee Strasberg) se pone en la piel de Margaret y nos regala una actuación magistral (recordemos que tras este film, grandes actrices cómo Meryl Streep, Shirley McLaine e incluso Helen Miren, intentaron superar, sin éxito, la inimitable interpretación de Miss Vega). Por último y en cuánto al elenco actoral, no puedo dejar de mencionar al gran Fernando Sancho en el papel de Chapulín....cómo dijo Coppola: “jamás un villano podrá ahondar tan hondo en el espectador”.




Rodada en los impresionantes exteriores de la Villa de Vallecas, aledaños de la M-30 y en Albacete, la fotografía de Domingo Solano imprime al film una luz y un color pocas veces visto en un western. Los planos de cámara y los travelings son perfectos y Ozores es capaz de superar al mismísimo Welles con el espectacular plano secuencia del principio del film....7 minutos de Cine en estado puro sin un solo corte, rodado cámara en mano, que pone la piel de gallina a cualquier aficionado, cinéfilo o crítico cinematográfico.


El guión es perfecto, sin altibajos, tenso cuando la situación lo requiere y pausado en las bellas escenas en las cuáles, dejando a un lado la cruda violencia, podemos disfrutar de unos diálogos magníficos y abstraernos unos momentos de la acción presente durante todo el metraje. La escena en la que Bill se enfrenta solo a Horacio Platón, con ese contraluz perfecto y las siluetas desdibujándose en la lejanía son, desde entonces, motivo de estudio para cualquier aprendiz a cineasta. En una palabra: Espectacular!!



Y que decir de la banda sonora; Gregorio Segura nos ofrece una composición musical nunca antes oída en la gran pantalla. Funde los personajes con la música, en una melodía de seducción auditiva sin precedentes. Se rumorea que Ozores y él se reunieron decenas de veces para conseguir semejante joya. El “degüello” de trompeta la noche en que Bill y Margaret se reencuentran es, simplemente, una obra maestra. La dulzura con la que después entra la guitarra (a manos del incomparable Pitingo), nos sumerge en una nube de éxtasis auditivo sin parangón.

En fin, un western ineludible para cualquier aficionado al género y que tanto aportó al Cine tras su estreno. Copiado, plagiado e imitado por los mejores, pero jamás superado.

Margaret: “Bill, recuerda que siempre estaré aquí....esperándote”
Bill: “Querida, yo que tú me sentaba... la espera será larga”

Uffffff.....se me ponen los pelos como escarpias!!!

Con películas así se entiende la frase “Qué grande es el Cine”!!!



3 comentarios:

  1. Bueno amigos, cómo podéis suponer esta reseña es una broma con motivo del día de los Santos Inocentes..... Felices Fiestas a todos!!!

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  2. Venga, Güido!! A quién pretendes engañar?? Todos sabemos que eres un friki... Seguro que te mola!! ;-)

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  3. Yo la tengo, y reconozco que la he visto...más de una vez.
    Pero es que la canción inicial es muy buena, el chiste de los bufalos tambienb y la Adriana Vega está muy rica.

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