NOSOTROS

Mostrando entradas con la etiqueta Christoph Waltz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Christoph Waltz. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de enero de 2016

DJANGO DESENCADENADO

(Django Unchained) - 2012
Director: Quentin Tarantino
Guión: Quentin Tarantino

Intérpretes:
- Jamie Foxx: Django
- Christoph Waltz: Dr. King Schultz
- Leonardo DiCaprio: Calvin Candie
- Kerry Washington: Broomhilda von Shaft
- Samuel L. Jackson: Stephen
- Walton Goggins: Billy Crash

Música: Varios
Productora: Sony Pictures - The Weinstein Company
País: Estados Unidos

Por: Xavi J. Prunera. Nota: 9

Django: ¿Qué es una recompensa?
King Schultz: Una especie de premio.
Django: ¿Matas personas y te premian?
King Schultz: A ciertas personas, sí.
Django: ¿Personas malas?
King Schultz: Cuanto más malas, mayor es la recompensa.


Teniendo en cuenta que tanto el spaghetti-western como Tarantino me encantan, era lógico y normal -hasta cierto punto- que también me gustara “Django unchained”. Con lo que no contaba, sin embargo, era con que la peli de Tarantino acabara empalmándome de forma tan rotunda y brutal. Porque sí, amigos, “Django unchained” no es una peli para todos los públicos. “Django unchained” es una peli -como vulgarmente se dice- para “empalmaos”.


Una peli para nostálgicos del spaghetti y para devotos de Tarantino. Pero también para todos los que creemos ciegamente en el cine como espectáculo visual. Como herramienta para generar emociones. Como vehículo para contar una historia en el que lo más importante no es la propia historia, si no cómo la cuentas. Y en ese apartado, como resulta obvio, Tarantino lo borda.



Y si no, ¿cómo es posible que un cineasta sea capaz de tenerte clavado a la butaca durante más de dos horas y media? ¿Cómo es posible que un cineasta sea capaz de resucitar un género en el que Leone lo había dicho absolutamente todo? ¿Cómo es posible que un cineasta sea capaz de superarse sin dejar de ser fiel a un estilo que ya no sorprende a nadie?


Pues con talento. Con talento, personalidad y oficio. Mucho oficio. Con unos personajes extraordinarios. Con unos diálogos brillantes. Con un sentido del humor acojonante. Con unas secuencias de acción espectaculares. Con unos paisajes fascinantes. Con una banda sonora tremenda. Con esa desfachatez y grandilocuencia que le caracterizan.


Con épica, lírica, métrica y hasta mensaje. Y con un respeto casi religioso, diría yo, por esos subgéneros cinematográficos (spaghetti-western y blaxploitation) que tanto y tan bien mamó desde mocoso.


Nueve puntazos, pues, para un cineasta que constata que aún le queda mucho cine en las venas y para una peli que, sin lugar a dudas, no desmerece en absoluto sus mejores obras. Es más, ya veremos si tito Quentin será capaz de mantener este nivelazo con “Los odiosos ocho” (The Hateful Eight), aunque... si lo consigue... habrá que ir haciéndole un sitio entre Ford, Peckinpah y Leone ¿no? ;-)



Los odiosos ocho (The hateful eight) 2015


(Reseña publicada por Xavi J. Prunera en FilmAffinity el 7-2-13)

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Por: Jesús Cendón. Nota: 7,5

Tengo que reconocer que “Django desencadenado” me gustó, que disfruté durante su proyección en el cine, que salí de la sala satisfecho, pero como me han gustado cientos de películas. Porque digámoslo ya, ni la película es la obra maestra que nos han vendido, ni Tarantino tiene el genio de, por ejemplo, John Ford, Howard Hawks, Akira Kurosawa. Jean Pierre Melville o Luis Buñuel, por citar algunos directores que han elevado sus películas a auténticas obras de arte.

Diréis, ya está Jesús con sus directores “viejunos”. Bueno, hagamos la comparación con directores más modernos como Coppola, Scorsese, Eastwood o, por qué no, Leone y con películas como las dos primeras partes de “El Padrino”, “Apolcalypse Now”, “Taxi driver”, “Uno de los nuestros”, “Sin perdón”, “One million dollar baby”, “Hasta que llegó su hora” y “Érase una vez en América”. Yo no sabría con cuál quedarme de las nueve citadas pero tendría claro que las escogería antes que a “Django desencadenado”.

Y es que cuando pienso en esta película me viene un verbo al cerebro: relativizar. Es tal la atonía y el infantilismo del cine actual que tendemos a elevar a los altares a cualquier película o director que se sale de la mediocridad, apunta cierta originalidad y se muestra políticamente incorrecto.

Tarantino es un buen director e, incluso, en ocasiones brillante; un realizador inteligente que ha sabido aprovechar su vasta cultura cinematográfica para unas veces calcar y otras reinterpretar los filmes que le fascinan. Y en eso radica su valor, el haber reivindicado generalmente el denominado cine de serie B y géneros denostados (spaghetti, blaxploitation, artes marciales) en producciones lujosas.

Y todo eso es “Django desencadenado”. Una película irregular, por momentos deslumbrante, con escenas de una gran impronta visual y con personajes inolvidables junto a otros poco definidos. Un filme autocomplaciente, grandilocuente y de excesivo metraje (Tarantino parece no conocer la elipsis), con unos últimos cuarenta minutos en los que la película no está a la altura, con un guion poco elaborado en el que determinados acontecimientos ocurren porque sí y con los peores tics del director.

¿Es una mala película? Por supuesto que no, e incluso es superior a la mayoría de los filmes que se estrenan en la actualidad pero, sin duda, no es única, ni tan siquiera en el género del western; aunque a Tarantino le hayan convertido en el gran pope del cine actual.

TRAILER